miércoles, 18 de mayo de 2011

Cisne Negro - Black Swan


AÑO: 2010
PAÍS: USA
DIRECTOR: Darren Aronofsky
GUIÓN: Mark Heyman, Andres Heinz, John J. McLaughlin
REPARTO: Natalie Portman, Mila Kunis, Vincent Cassel
FOTOGRAFÍA: Matthew Libatique
GÉNERO: Drama | Thriller psicológico



PUNTUACIÓN:

¡Recomendable!



El Cisne Negro nos cuenta la historia de Nina Sayers (Natalie Portman), una bailarina talentosa que forma parte de una compañía de ballet de Nueva York que está produciendo El lago de los cisnes. La danza es prácticamente toda su vida y vive con su  madre (Barbara Hershey) quien la controla, la cuida y sobreprotege demasiado. El director de la producción Thomas Leroy (Vincent Cassel) decide reemplazar a la bailarina estrella de la compañía Beth MacIntyre (Winona Ryder) por considerar que ya ha pasado su época. Después de varias pruebas es Nina quien se queda con el papel, ahí  comienza la rivalidad con su compañera Lily (Mila Kunis). Las presiones del director, la rivalidad con su compañera y la vida controladora que le da su madre se irán incrementando a medida que se acerca el día del estreno, provocando en Nina un agotamiento físico y mental que le impedirá distinguir entre la realidad y la ficción.

Es difícil de creer que un personaje como Nina (Natalie Portman) una chica frágil, inocente y  dependiente de su madre, pueda desenvolverse y subsistir en un modo como lo es el ballet, ya que es una de las disciplinas artísticas más exigentes, más competitivas y en algunos casos, hostil. Pero aun así el personaje existe, y le concedemos la oportunidad, es así como nos damos cuenta que es una historia que mezcla personajes reales viviendo en una fantasía sombría y sórdida, es como un cuento de Disney oscuro, adulto, con individuos mezquinos en un universo lleno de negrura y demencia. Vemos como la personalidad sumisa y frágil de Nina se va desgarrando y transformando en uno más de estos miserables personajes que la agobian.

La primera hora de la película es muy floja, llegando a caer en lo aburrido, pocas veces me pasa esto con alguna película, podría contarlas con una mano y me sobrarían dedos, pero me pasó, estar en un punto donde pienso “por favor que ya se acabe”, luego mirar el contador del reproductor y ver que apenas han pasado 30 minutos, pero algo me hizo mantenerme firme y terminar de verla, tal vez la brillante fotografía de Matthew Libatique que logra capturar esa fantasía sombría que casi palpa el realismo mágico, la gran dirección de Aronofsky, así como la magnífica actuaciones de  Portman, quien por cierto ganó prácticamente todos los premios más importantes a los que una actriz o actor pude aspirar, a demás de las buenas interpretaciones de Kunis y Cassel. Son estos los elementos que logran poner a flote un barco que estaba hundido desde el principio, por un guión con ciertas inconsistencias, a veces confuso y bastante flojo (por lo menos la primera mitad), pero que hay que reconocer la maravillosa construcción de personajes, con un final muy anticipado pero adecuado para cerrar ese mundo fantástico.

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