sábado, 16 de abril de 2011

David Lynch: El lado oscuro de la experiencia humana

Les dejamos nuestro primer articulo sobre cine.

por: Miguel Mora

“¿Quién mato a Laura Palmer?”, fue la pregunta que yo, al igual que miles de personas, nos hacíamos a mediados de los noventa al ser cautivos de la serie de televisión Twin Peaks, un drama surrealista que se centraba básicamente en la investigación del asesinato de una estudiante de secundaria en una pequeña localidad al este de los Estados Unidos. El gran éxito de este programa se debió en gran parte al guion y dirección del maestro David Lynch.

Gracias a esta serie comencé a buscar más trabajos de este director y me di cuenta que actualmente es considerado uno de los cineastas más influyentes y sus producciones son calificadas como de culto en ciertos grupos.

David Keith Lynch nació en 1946 en una pequeña ciudad del estado de Montana, sus primeros años en esta ciudad influyeron en gran medida la tonalidad urbana que imprime en la mayoría de sus películas. Desde su adolescencia mostro bastante interés en el arte en general y comenzó su búsqueda por encontrar, fuera de los Estados Unidos, un sitio en donde poder expresarse, sin embargo, esta búsqueda fue corta y solo pudo permanecer alrededor de 15 días en Europa.

En 1966 decidió iniciar su carrera cinematográfica y dirigió su primer corto llamado Six men gettin sick, y gracias al moderado éxito de éste, se arriesgó a filmar su segundo corto, The Alphabet.

Ambas producciones lo llevaron a centrar toda su atención exclusivamente al arte cinematográfico, y en 1970 filmó The Grandmother, una película de 30 minutos en donde ya mostró una tendencia, que mantiene hasta la actualidad, de contar historias de una manera nada convencional acompañada siempre por una banda sonora perturbadora.

Su primer largometraje, el film Eraserhead (1971) ha sido considerado como una de las películas más enigmáticas y oscuras de la historia del cine, y la crítica especializada la llamó una obra maestra. Gracias a este empuje, Lynch se colocó inmediatamente a la cabeza de la vanguardia cinematográfica.

De ahí siguieron The Elephant Man (1980), con 8 nominaciones al Oscar, y la adaptación de la novela de ciencia ficción Dune (1984) que significaría su primer fracaso económico en taquilla.
Blue Velvet
En 1986, la cinta Blue Velvet borró el último mal sabor de boca, ya que con esta recibió su segunda nominación al Oscar, pero ahora como mejor director.

A finales de los años ochenta Lynch incursionó en la televisión al colaborar con Mark Frost y escribir el guion de la serie Twin Peaks, misma que poco a poco fue revelándose como un éxito, hasta convertirse en un fenómeno cultural. Gracias a este serial, David Lynch obtuvo una mayor atención de todos los medios de comunicación, sin embargo, desacuerdos creativos con los responsables de la cadena ABC, lo llevaron a retirarse del proyecto al finalizar la primera temporada.

Su siguiente película Lost Highway (1997) recibió opiniones encontradas por parte del público en general y los críticos especializados, pero logró obtener toda la atención de la llamada Generación X gracias al soundtrack de la película, ya que grupos como Nine Inch Nails, The Smashing Pumpkins, Rammstein y Marilyn Manson participaban en él.

Mulholland Drive
La cinta Mulholland Drive (2000) fue su crítica personal al lado oscuro de Hollywood, y lo hizo acreedor al premio como mejor director en el festival de Cannes en el año 2001.

A partir del 2002, Lynch  se ha enfocado un poco más a sus seguidores incondicionales y a través de su página web www.DavidLynch.com ha publicado Dumb Land y la serie Rabitts, con material poco accesible para la televisión comercial.

Uno de sus proyectos grabado completamente por técnicas digitales, ha sido la película INLAND EMPIRE (2006), una cinta con tintes de pesadilla e historia retorcida presenta distintas tramas argumentales sin aclararle nunca al público la relación entre ellas, y que ha sido descrita por el mismo Lynch como “un misterio acerca de una mujer metida en grandes dificultades”.

Toda la propuesta de David Lynch nunca ha sido material fácil de digerir y exige del espectador un esfuerzo intelectual, siempre rodeada de fuertes impresiones y controversia, así como de un sonido envolvente y bastante trabajado.

 La mejor manera de explicar el trabajo de Lynch es invitándote a conocerlo y crearte tu propio criterio, pero una cosa es verdad, te aseguro que no quedaras indiferente ante su arte. 

0 comentarios:

Publicar un comentario

Share

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites